EL ROL DE LA TECNOLOGÍA EN LA GOBERNABILIDAD POLÍTICA

Se estima que la gobernabilidad del país, depende, en gran medida, del marco normativo en que se realizan las actividades generadoras de riqueza. Estas normas deben tener un doble objetivo. Por un lado, deben apoyar y promocionar la generación de riqueza, y por el otro, deben controlar los excesos que puedan hacer daño a terceros. Son elaboradas por los congresistas del poder legislativo y por los funcionarios del poder ejecutivo, para que luego sean aplicadas por la burocracia pública, que llegan casi al millón de personas. 

Para que las normas cumplan con su rol de ordenamiento social deben tener tres componentes básicos: técnico, económico y político. Un análisis preliminar ha demostrado que el aspecto técnico no está debidamente considerado en el proceso, por lo que el resultado normativo resulta siendo, muchas veces, peor que la enfermedad. Se cita como ejemplo, los casos del control de drogas, del control de la informalidad, del exiguo desarrollo tecnológico, y la conflictividad social que venimos normando ineficazmente hace ya varias décadas. 

El Colegio de Ingenieros del Perú, CIP, es el órgano rector del desarrollo tecnológico de la nación y no tiene participación alguna en el proceso. Es necesario revisar las razones que permiten la ocurrencia de esta debilidad en la gobernabilidad del país. 

Para mejorar los resultados de cualquier empresa, se debe analizar el estado de su organización, su nivel tecnológico y el nivel de capacitación, de las personas que conforman la empresa. El CIP tiene mucha actividad de capacitación, pero debe tener en cuenta que además de capacitar en aspectos de gestión privada, no debe subestimar los aspectos relativos al bien común que se tratan en gestión pública, por lo que esta carencia podría explicar su autoexclusión del escenario político en que se debate la gobernabilidad del país. Su nivel tecnológico es aceptable, pero todavía no llega a utilizar plenamente las herramientas que la inteligencia artificial—IA—le brinda. Su organización geográfica ya cumplió con darle presencia a nivel nacional, pero ahora debe ser revisada para poder liderar la revolución tecnológica que reclama la sociedad. En un país inmenso y fraccionado por la geografía, solamente la tecnología ayudará a tender los puentes de comunicación necesarios para construir la armonía social que requerimos para nuestro desarrollo. 

Es necesario replantear las limitaciones del CIP, para que pueda cumplir con eficiencia las responsabilidades que la sociedad espera ya por más de cincuenta años de gestión decididamente insuficiente. Para ser tenido en cuenta a la hora de impulsar las actividades productivas y diseñar la infraestructura requerida por el desarrollo territorial, es necesario proyectar una imagen organizacional sólida y confiable, que lamentablemente no se está dando. 

Las universidades del país han crecido en número y para asegurar su calidad, se creó Sunedu, que tiene por finalidad establecer los requisitos mínimos que deben cumplir estas importantes instituciones de formación profesional. En un país en desarrollo, en que la falta de orden es una constante, la existencia de un ente como Sunedu, se convierte en una necesidad, a pesar que la esencia de la formación universitaria es cultivar el intelecto libre, independiente y cuestionador del statu quo.

Sin embargo, en nuestra incipiente sociedad que todavía es incapaz de frenar el vicio, la farsa, el embuste, la corrupción y que tiende a valorar más el envase que el contenido, es bueno que exista una organización dedicada exclusivamente a seleccionar las universidades que pretenden graduar a los profesionales idóneos que se encarguen de construir el capital tangible e intangible de nuestra sociedad. Conseguido el licenciamiento ante Sunedu, se estima que las universidades deben continuar incansablemente su camino hacia la excelencia académica.

Es indudable que el avance de la tecnología ha logrado un creciente bienestar para la civilización humana y que su columna vertebral es el avance de la ingeniería, en todas sus etapas de desarrollo: proyectos, construcción, operación, mantenimiento, evaluación y cierre.. De ahí, la singular importancia que tiene la formación universitaria que constituye, a su vez, el primer escalón de un largo camino de dominio de las diversas etapas y disciplinas que abarca la ingeniería. 

Las reglas del modelo de mercado y de libre comercio que hemos adoptado para alcanzar nuestra felicidad, aunadas a las reglas que promueven el comercio internacional ha estimulado el desarrollo de una parte de la población que basa su bienestar en la creciente utilización de artículos importados de consumo, a expensas de un limitado crecimiento de la capacidad de fabricación e ingeniería local. La población peruana tiene su talón de Aquiles en su monstruosa dependencia de productos importados. Si cerráramos las fronteras, tendríamos que regresar a la edad de piedra.

Esta realidad, puede revertirse con una estrategia de crecimiento continuo de la capacidad de fabricación e ingeniería local, dirigida a satisfacer la demanda del resto de la población que se ha quedado atrás.  De no adoptarse esta nueva modalidad de crecimiento, que requiere el liderazgo del CIP, se aumentará peligrosamente la dependencia y la falta de autonomía nativa que hará que la sociedad peruana sea muy vulnerable a los avances expansionistas de otras naciones. Es fundamental alcanzar un equilibrio entre el desarrollo del intelecto productivo local—ingeniería y fabricación—con el ejercicio de libre comercio exportador/importador del modelo integrador de la economía mundial. 

Este crucial desafío debe ser asumido por las universidades y el Colegio de Ingenieros del Perú, promoviendo su activa intervención en la vigorización del marco normativo que permita educar con eficiencia a la élite profesional de la nación, especialmente a la relegada ingeniería nacional.  

Desde el punto de vista de la academia, los egresados pueden mantener su desarrollo siguiendo cursos de diplomado, maestría y doctorado. Desde el punto de vista profesional, falta delinear el necesario camino de progreso profesional, el mismo que debe ser dirigido por el Colegio de Ingenieros. 

Para cumplir con su insustituible aporte al desarrollo de la sociedad peruana, el CIP debe iniciar una campaña destinada a elevar su participación en los asuntos de interés nacional—sector público—en los aspectos de ingeniería que le son propios. Aunque de mucha trascendencia, no basta fortalecer la tecnología del gran empresario externo e interno. 

Para cumplir con estas premisas, se estima que el CIP debe tener en cuenta los siguientes caminos: 

A. TEMAS QUE REQUIEREN NORMATIVIDAD EXTERNA

A1. Investigación Técnica
Participación en los temas de investigación que se realizan en las universidades como tesis de graduación.  

Desde una visión de ingeniería, los temas de investigación se clasifican en 

i. Estudios de Factibilidad
ii. Estudios de Ingeniería Básica y de Detalle.
iii. Fabricación
iv. Temas de Construcción.
v. Logística. 
vi. Temas de Montaje mecánico y eléctrico.
vii. Temas de control e instrumentación.
viii. Temas de producción y productividad.
ix. Temas de cierre de operaciones
x. Evaluación histórica post cierre. 
xi. Temas de gestión privada
xii. Temas de gestión pública 


A2. Participación en Comités de Titulación 

Participación en los procesos de titulación académica en las Universidades, de tal forma que un representante del CIP, sea miembro titular de todos los Comités de tesis que gradúen ingenieros.

Esto permitirá que los egresados de las universidades tengan un contacto temprano con los expertos externos de su especialidad. 

B. TEMAS DE GESTIÓN INTERNA DEL CIP

B1. Categorización 

Dirigida  a categorizar a los ingenieros, en función de su experiencia profesional clasificándolos en: 

i.. Ingenieros Auxiliares
ii. Ingenieros Asociados
iii. Ingenieros Principales

De esta manera, una vez colegiados, los ingenieros tendrán una visión de progresión profesional de la que actualmente carecen. El resultado es que se tendrá una carrera trazada de progreso académico y profesional que perfeccionará el actual registro inocuo de colegiación que solamente tiene importancia recaudatoria, y que resulta siendo una pantomima, ya que se induce a la juventud intelectual del país a lograr títulos y honores con simples aportes económicos. 
Se nombrará una Comisión ad hoc que definirá los requisitos adicionales de clasificación, incluyendo acreditación de experiencia, aportes profesionales al sector privado y público, publicaciones, exámenes escritos y participación en eventos académicos y comerciales. La milicia y la carrera diplomática son ejemplos modestos de clasificación profesional en función de la experiencia. 

B2. Organización.

Revisión de la organización vigente, de tal manera de cambiar el foco de desarrollo institucional hacia el avance tecnológico. Se propone una organización en la que el Decano Nacional tenga tres Vicedecanatos: Vicedecano de Tecnología que se ocupará del desarrollo de cada una de las especialidades de la ingeniería representadas por los actuales Capítulos, Vicedecano Regional que se ocupará del desarrollo de las actuales regiones, y Vicedecano de Mercado, que vaya ajustando el desarrollo tecnológico de los diversos mercados existentes, como son la pequeña, mediana y gran empresa.

B3. Dando Cuenta.

El “dar cuenta” en forma periódica a quienes nos han elegido, es una práctica poco usual en nuestra realidad, tanto en el sector privado como en el público. Consideramos que es necesario iniciar el cultivo de esta importante herramienta de gestión. Dar cuenta del desempeño, aún si no se hubieran alcanzado los objetivos, es propio de mentes lúcidas, independientes y transparentes. Algo hemos avanzado en el rubro económico con las auditorías financieras, pero teniendo en cuenta los pobres resultados alcanzados en el sector público, es imprescindible, cambiar de sistemas y tal vez personas.

B4. Gestión Pública.

Tratamiento interno de temas públicos de interés nacional, como: energías renovables, agua subterránea, caos vehicular, reconstrucción con cambios (?), Informalidad de la economía que alcanza a más del 50%, rol de las Pymes, estrategia de la educación inicial, primaria y secundaria, aprovechamiento del mar de Grau, etc. 


Felizmente, a fines del año 2018, soplan vientos de renovación. Esperemos que sea para bien.

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