Discurso del Día del Minero 2008

Damas y Caballeros,

En una rueda de colegas se comentaba con sorpresa el rechazo que había experimentado el proyecto Río Blanco que consistía en una inversión de mil millones de dólares en la zona del Alto Piura. Uno de los participantes de este coloquio llegó a calificar esta actitud como una muestra de una patología social, ya que gran parte del grupo no se explicaba como una zona tan deprimida económicamente, podía manifestar este sentimiento de rechazo.

Se comentó igualmente que las tomas de carreteras, y otros actos de violencia contra los campamentos mineros, constituían igualmente expresiones de un problema cuyas causas había que hurgar con mayor cuidado.

Haciendo el paralelismo con la metodología empleada por nuestros colegas profesionales de la medicina, se estableció que dichas manifestaciones eran realmente síntomas y que las verdaderas causas de la enfermedad había que buscarlas siguiendo la metodología de los médicos clínicos con investigaciones y pruebas especiales.

Con esta idea en mente nos pusimos a estudiar algunas posibles causas, entre las cuales podemos citar las siguientes:

1. Inadecuada aplicación de la doctrina de libre mercado.
La influencia de la doctrina del libre mercado, que ha impuesto su predominio en la civilización moderna por su aparente capacidad para maximizar el bienestar social al mismo tiempo que se emprenden acciones orientadas a maximizar el bienestar privado. Esto es posible, siempre que se pueda tener la visión de corregir las imperfecciones del mercado dadas por la competencia imperfecta, la asimetría en la información de los participantes en los negocios, el tratamiento pertinente de los bienes públicos y cuasi-públicos (como son los minerales), las externalidades y muchas veces la inapropiada intervención de los gobiernos que en vez de extinguir incendios, los estimula.

En este contexto, es menester mencionar que existen dos escuelas muy marcadas para realizar estas correcciones:

La escuela Coase, que sostiene que las fuerzas del mercado son tan poderosas que ellas solas encontrarán su nivel de equilibrio, tal como sucede en algunas latitudes con las fuerzas sociales que dan origen a la célula familiar de toda sociedad.

La otra escuela, la escuela Pigou, que sostiene que las imperfecciones del mercado constituyen el sustento moral de las intervenciones del Estado en la economía. Este principio va de la mano del que sostiene que son los desaciertos del sector privado los que justifican las intervenciones del estado en la economía. Pigou establece que estas acciones de correcciòn pueden variar desde la simple persuasiòn moral hasta la directa producciòn de calidad ambiental por el gobierno, pasando por la aplicación de controles directos, incentivos económicos o impuestos a la parte agraviante, recomendando tambièn la coparticipación público-privada en la investigaciòn de tecnologías limpias..


2. Inadecuado equilibrio del círculo virtuoso y el círculo perverso de la industria minera.
El ciclo virtuoso de la industria minera, que está dado por la capacidad de proveer los insumos requeridos por el extraordinario avance tecnológico que ha permitido un nivel de calidad de vida jamás experimentado en la historia de la humanidad se produce en forma paralela al ciclo perverso de la industria que carece de mecanismos para trasladar al precio del mercado, el costo social del manejo adecuado de la basura generada.

3. Incompleta Interacción Público-privada
El desarrollo actual de la industria minera ha sido posible gracias a una intensa coordinación de las actividades públicas y privadas. Esta interacción es indispensable para lograr el desarrollo armónico de una minería productiva, cuidadosa de la salud y la seguridad de sus trabajadores, y amigable con el ambiente y con los participantes directos e indirectos de toda operación en marcha. Estas características deben ser igualmente encaradas en sus tres grandes estratos: grande, mediano y pequeño, lo que permitirá generar la riqueza requerida por la reducción de las grandes brechas económicas y sociales que dificultan nuestro desarrollo.

La contribución de la gran minería a las arcas del tesoro público, el aporte de la mediana minería al crecimiento del capital humano y social de la naciòn, y la armonía social suministrada por la pequeña minería, recomiendan el fortalecimiento de las tareas normativas, cesionarias, promotoras, fiscalizadoras e investigadoras, que son de competencia exclusiva del sector público minero.

4. Necesidad de Encarar el Carácter Global de la Industria.
Como consecuencia de la errática distribución en el planeta de los yacimientos económicos, la mayoría de los minerales están sujetos a las normas de comercio internacional, en el cual los precios son volátiles y aún así es preciso contar con la capacidad de predecirlos en el corto, mediano y largo plazo. Por esta razón, la comercialización de minerales requiere un detallado conocimiento de los beneficios y costos involucrados en cada una de las etapas del proceso desde el descubrimiento hasta su utilización final por el público en general y las interacciones de la demanda, la oferta, las inversiones y los stocks públicos y privados que son materia especializada de las bolsas de metales de Londres, Nueva York, Zurich y Hong Kong, cuyas características permanecen contradictoriamente ajenas para un país que pretende tener destacada presencia en la industria minera global.

Juega un importante rol el hecho que, de una manera general, los productores de minerales no son fabricantes y los que fabrican, no son productores de minerales.

Es posible que desde el punto de vista económico-financiero las fundiciones y refinerìas no sean viables para nuestros paises, pero el atraso que esto conlleva en el dominio integral de la industria, y sus implicancias en el empuje de las fronteras del conocimiento nacional, es simplemente aterrador.

Esta situación se agrava por el hecho que algunos países que poseen fundiciones y refinerías tienen arancel cero para la importación de concentrados, pero altos aranceles para la importación de productos refinados o semi-terminados.

5. Inclusión de participantes indirectos en el proceso productivo.
Finalmente, deseo citar a Jimena Sologuren cuando afirma que las bases para lograr el desarrollo de una operación minera son también las bases que promueven el desarrollo de la comunidad vecina, y que toda relación económica exitosa se sustenta en una sólida relación social, que debe construirse, porque simplemente está mas allá del cumplimiento de las leyes. Establece también la Srta. Sologuren que cuando los actores sociales (en el caso que nos ocupa la empresa minera y las comunidades vecinas) están organizados y actúan con transparencia por el interés general, vuelven más eficiente el trabajo de cualquier empresa donde ella misma, es un actor social más. Termina abogando por una ciudadanía responsable y participativa que permita la articulación de las actividades empresariales y comunales.

Este trato entre iguales caracterizado por el ejercicio de una ciudadanía responsable tiene su fundamento en la superación de la nociva práctica dual “pasividad-paternalismo”, que permita alcanzar la condición de ciudadano político y moral, plenamente autónomo, capaz de afirmar que “Si yo no estoy convencido de algo, no lo voy a percibir como una exigencia, así la humanidad entera lo tenga por bueno”. Este proceso es lento y debe promoverse y catalizarse para lograr sociedades homogéneas y desarrolladas en toda su dimensión, que es lo que permitirá construir el capital social nacional.

Entre otras, estas pueden considerarse como las posibles bacterias que atentan contra la salud social que nos permitirá seguir forjando una industria robusta que pueda servir de base para el ansiado despegue económico de nuestra nación.

Dejo a nuestros destacados panelistas los comentarios o adiciones a este análisis clínico de nuestra industria minera. Por el momento, no creemos conveniente la participación de especialistas en emergencias, ni tampoco de cirujanos, que podrían acabar con los últimos restos de energía de este caro enfermo de la sociedad peruana.

Comentarios

  1. Ing. Casquino:
    Me llama la atención que usted se presente como promotor del desarrollo y de la intelectualidad cuando, como Jefe del ex Registro Público de Minería, estableció una forma de contratación de personal profesional simulando una relación entre los trabajadores y la Universidad San Agustín de Arequipa, entidad que jamás tuvo vínculo alguno con los contratados. El único objeto de esta triangulaciòn fue evitar el pago de los derechos (vacaciones, beneficios sociales, gratificaciones, cts, etc.)de los trabajadores. Hay sentencias del Poder Judicial en autoridad de cosa juzgada que así lo declaran. Incluso usted fue a prestar testimonial en un proceso para refrendar toda esta farsa. La información que sostengo es objetiva y la puedo demostrar en el momento que usted quiera.
    Mi nombre es Hugo Cavero Ruiz y soy abogado de una trabajadora que luego de un largo proceso judicial obtuvo que se le reconozcan los derechos que durante su Jefatura fueron objeto de un intento de fraude.
    Para que vea que no temo proclamar la verdad de este antecedente que usted obviamente no ha colocado en su hoja de vida, dejo mi e-mail: hfcavero@gmail.com.

    Hugo Cavero Ruiz
    Abogado
    CAL 20147

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