Funciones de un Directorio

En un contexto en el que se nota que los Directorios, directivos y gerentes están fallando clamorosamente en la construcción del capital social de la nación, considero pertinente copiar al profesor Antonio Argandoña (Universidad de Navarra, Business School) cuando se hace las siguientes interrogantes: ¿Qué se espera de una Directiva o Directorio de una organización, con fines o sin fines de lucro? En especial, ¿de su conducta, de sus actitudes y de su comportamiento?
Pienso que cuando todos los directivos de nuestra nación se identifiquen con estos 16 puntales de gestión, otro será “el cantar” de nuestra realidad. La puntuación es mía con el objeto de resaltar lo que mejor se ajusta a la realidad peruana.
·       Integridad: el Consejo debe ser un ejemplar moral, porque tiene que dar lo que se llama el tono ético desde arriba.
·       Unidad, que quiere decir que los intereses de la organización pasan por delante de tus intereses y los de tu grupo.
·       Independencia: no estás para promover los intereses de un grupo de accionistas, por muy mayoritarios que sean. O los de otras empresas, o grupo político, etc.
·       Lealtad, compromiso. Me parece que es la palabra clave en un encargo de esa importancia: no estás ahí para ganar algo tú, sino para dar a la empresa.
·       Crear un clima de confianza, sin la que la empresa no puede prosperar, y sin la cual…. ¡la sociedad se pervierte!
·       No vas a cumplir, sino a hacerlo bien. No tengas la motivación de que “vas a cumplir”.
·       Transparencia, integridad en la información. Se acabó el tiempo de hacer del Consejo un lugar opaco, porque estás para servir a todos los accionistas, y a los empleados, clientes, proveedores… ¡y a la sociedad!
·       Disposición para dar cuenta, lo que los anglosajones llaman accountability, y que es una consecuencia de la transparencia. O, con otras palabras, asume la total responsabilidad de tu trabajo y expone con sinceridad tus logros y tus frustraciones, para que los que te siguen puedan continuar la tarea del progreso. 
·       Compromiso con la continuidad de la empresa, que es la primera obligación del Consejo, y que lleva consigo la visión a largo plazo. Y, a veces, … ¡a muy largo plazo!
·       Credibilidad: Consistencia entre lo que se piensa, se dice y lo que se hace. Los anglosajones hablan de walk the talk. 
·       Profesionalismo, también llamada competencia, dedicación, diligencia, servicio. No es un premio de una trayectoria, sino un encargo que debes sacar adelante.
·       Conocer bien el sector y la empresa y las personas, a saber, los directivos. Esto implica dedicarles tiempo y perderlo con ellos.
·       Buscar la información necesaria. Si no la tienes, ¿qué vas a hacer? ¿Decir “sí” a todo lo que proponga el Presidente o los otros miembros del Directorio?
·       Colegialidad: en el Consejo hay personas de diversas formaciones y capacidades, y hay que sacarles partido a todas.
·       Fórmate y sigue formándote siempre.
·       Cumplir la leylas regulaciones y las normas internas.
·       Estar presente en las reuniones, prepáralas, participa en ellas, deja tu impronta. La prueba ácida de una buena reunión de Consejo es: ¿cuántos han hablado en ella?

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