Algunas reflexiones sobre la formación profesional en ingeniería de minas

“Tres cosas hay en la vida salud, dinero y amor.

El que tenga estas tres cosas debe dar gracias a Dios”.

Sobre la salud y el amor debatiremos en otra oportunidad.

Hoy trataremos algo sobre el dinero.

Existen dos grandes formas de conseguir el dinero que necesitamos para disfrutar de la vida:

Con medios lícitos y con medios ilícitos.

De los medios ilícitos también nos ocuparemos en otra oportunidad, aunque con la catarata de denuncias de corrupción que escuchamos a nivel global, algunos jóvenes podrían pensar que esta clasificación es irrelevante y que podr’ia tratarse en esta tribuna.

Vale la pena recordar a los jóvenes que la bancarrota moral de una nación sucede cuando se acepta la obtención de prestigio, fama o dinero con medios fraudulentos o plagiados.

Entre los medios lícitos tenemos el trabajo dependiente y el trabajo independiente.

Del trabajo independiente se ocupan anualmente en el CADE Empresarial, en que se debate las condiciones favorables o desfavorables para la acumulación de capital humano, social, artificial y ecológico que engloban el patrimonio de una nación.

Nos queda entonces tratar del trabajo dependiente, que puede ser público o puede ser privado.

Casi toda nuestra formación académica, se orienta a ser buenos trabajadores dependientes del sector privado. Nos orientamos a generar riqueza para ese gran invento social que es la empresa, con el convencimiento que una empresa saludable contribuye a generar los empleos que necesitamos para alcanzar la plenitud. Trabajar duro en un empleo digno y satisfactorio, constituye una de las grandes aspiraciones humanas.

En ese marco, tenemos como norte para tomar decisiones la eficiencia económica en las que la relación beneficio/costo, la TIR, el VAN, el CPPC, y el flujo de caja son los criterios que prevalecen sobre cualquier otro. Y eso está bien, porque debemos tener presente que el modelo económico vigente en el Perú, se basa en el anhelo de bienes materiales que todo hombre tiene para satisfacer sus necesidades. En ese anhelo puede avasallar a terceros y es por eso que el Estado debe jugar el rol de corrector de las imperfecciones del mercado causadas por los privados en su indiscutible anhelo de generar la mayor riqueza posible. Esa es la fortaleza del modelo y esa es la que nos ha permitido crecer sólidamente en los últimos diez años.

En los cálculos que determinan la eficiencia económica, se hace necesario determinar los costos y beneficios de eventos que suceden en el futuro mediato e inmediato. Para eso se hace uso de las tasas de descuento, que define la importancia relativa que se le da al futuro. A medida que es más alta la tasa de descuento menor importancia tiene el futuro, a tal punto que su valor lejano se torna insignificante. Por esto hay muchas sociedades que han abrazado el principio de prestarse dinero para disfrutar ahora y pagar mas tarde un incremento sobre el principal, dado por la tasa de interés. Hay quienes han adoptado sanos criterios de la capacidad de endeudamiento individual, corporativo y estatal, pero hay otros que se han autogenerado mayores dificultades que beneficios.

Para mantener una economía saludable no podemos seguir ni el modelo americano de crédito dominante, ni el modelo europeo de asistencia social subyugadora. Ambos modelos son motivo de profundo cuestionamiento.

En el escenario público, no basta tener como criterio decisorio la eficiencia económica. Es necesario adoptar criterios complementarios para tomar decisiones como: el avance de las fronteras del conocimiento, la equidad, la ética, la seguridad, el cuidado ambiental, y últimamente se ha introducido un nuevo criterio que es el criterio de la participación pública.

En este último criterio se privilegia el proceso antes que el resultado, en la suposición que existen algunas personas para las cuales los medios que se utilizan para tomar decisiones son tan importantes como el resultado mismo. Si el proceso de alcanzar una decisión es racional, transparente y oportuno, se puede aceptar un resultado desfavorable. En los eventos ambientales en que la evaluación de impactos negativos pasa por una buena dosis de factores subjetivos, se ha considerado conveniente introducir procesos de participación pública para integrar los diferentes actores y criterios que intervienen en la toma de decisiones.

Lamentablemente, con algunas honrosas excepciones, el sector público peruano no ha estado históricamente a la altura del desafío que presenta un territorio que en verdad es un emporio de riquezas naturales que esperan el trajín consciente de sus empresarios, profesionales y trabajadores. Las esperadas enmiendas todavía no se hacen presente para internalizar las externalidades de un sector privado pujante, pero desordenado y a veces inconsciente.

Es imperativo formar funcionarios públicos que aseguren la explotación racional y acelerada de los recursos que la Providencia ha colocado en nuestro suelo para provecho de todos, preservando al mismo tiempo el cuidado ambiental y la participación equitativa de los beneficios de los participantes del negocio minero que son: el empresario, el Estado y los pueblos cercanos a los centros de explotación minera.

Sin embargo, el funcionario público requiere tener muy en cuenta que sin una economía próspera resultara estéril la más avanzada legislación social y ambiental. O como sostiene el Banco Mundial, sin cuidado ambiental, se marchita el desarrollo económico, mientras que sin desarrollo económico, el cuidado ambiental se torna inaccesible.

Para la formulación de normas que regulen el proceso económico, no basta con determinar la magnitud de los costos y beneficios, sino que también debe definirse quienes reciben dichos costos y beneficios; y complementariamente juzgar la moralidad de las asignaciones a cada uno de los participantes en las respectivas transacciones.

Debemos recordar, por otro lado, que el moderno criterio de sostenibilidad privilegia que, por lo menos, el futuro no se deteriore más que el presente, por lo que la selección de la tasa de descuento óptima que legitime el análisis se torna extremadamente crítica. Las empresas privadas pujaran por el valor más alto, mientras que el interés social postulara tasas cercanas al crecimiento promedio del Producto Bruto Interno, que es la verdadera tasa de crecimiento integral, que engloba a todos los actores económicos—grandes y pequeños.

Necesitamos urgentemente preparar profesionales para la gran tarea de hacer “entrar en vereda” a todos los que—responsable o irresponsablemente—atentan contra el principio básico del modelo que establece que la eficiencia económica se alcanza cuando el bienestar social se iguala al bienestar privado. Felizmente que el modelo Smithsoniano neoliberal, en boga, supone que al reasignarse los factores de producción para buscar la efciencia, las utilidades de los que son favorecidos resulten mayores que el valor de los daños causados a los que pierden en dicha reasignación, de tal manera de poder tener los recursos necesarios para compensar debidamente a los perdedores.

Para enfrentar los retos de los próximos 50 años es menester cambiar estructuralmente a la Universidad peruana, para que sea rectora intelectual y no reflejo de la realidad peruana. Este cambio debe incluir, organización, programación de ciclos, horarios de conferencias, estudio personal de los alumnos, y tutorías individuales de “profesor-alumno” para reforzar el pensamiento crítico y la fundamentación de ideas.

De lo que se trata es de propiciar las condiciones que promuevan ese genuino trato “profesor-alumno” que distingue y eleva al hombre sobre el resto de los seres vivientes del planeta.

Para guiar en la intrincada complejidad de la ciencia de las cosas, se requiere la autoridad que brota de la experiencia, de la reflexión, de la madurez que proporciona el haber vivido, para escudriñar y penetrar en la realidad examinada y así estimular la rebeldía auténtica de la juventud contra la rutina, la falsedad, la ignorancia y la injusticia.

Teniendo en cuenta que el avance científico de los próximos 50 años se centra principalmente en el desarrollo de voz, imagen y data para mejorar las aplicaciones en medicina, comunicaciones, comportamiento humano y usos militares, tenemos entre otras las siguientes aplicaciones, que pronto serán comercializadas:

  • La orientación directa de drogas para combatir el cáncer y otras enfermedades.
  • equipos para la transmisión de voz, imagen y data a control remoto en el que la cámara visual se coloca en un pequeño avión a control remoto que pesa 2 kgs.
  • Usos alternativos de generación eficiente de energía.
  • La desalinización del agua de mar, bajando su concentración de 3% a 0.5%
  • Capturando y almacenando el agua del rocío matinal
  • El almacenamiento de bases de Datos en la web, y selección de data separando automáticamente “la paja del trigo”.
  • Utilización de tierras raras como neodymium, sandium, ytrium, lanthanuros, etc, en la fabricación de motores eléctricos que sustituyen al embobinado de cobre.
  • Pantallas de TV de 2.2. mm de espesor.
  • Biotecnología ocular para identificación y diagnóstico de enfermedades.
  • Google computacional.
  • Tecnología inalámbrica
  • Aeronáutica, sustituyendo los motores por el principio de desarrollo muscular.
  • Programas que modelan el comportamiento humano para facilitar negociaciones
  • Sensores de los impulsos eléctricos del cerebro.

Todos estos avances ayudaran a diseñar minas más limpias y más seguras.

Los ingenieros de minas del futuro deben formarse con una programación que comprenda, entre otras materias lo siguiente:

  1. Dos años de ciencias básicas de la ingeniería que comprenda adicionalmente macro y microeconomía, ingeniería de sistemas, idiomas, arte, el buen uso del lenguaje y estadística que les permita manejar con eficacia el muestreo, las probabilidades, las teorías de error, los diferentes modelos de distribución de datos, la comprobación de hipótesis, las correlaciones y las regresiones lineales y múltiples.
  2. Un año de ciencias geológicas, mineras y metalúrgicas.
  3. Un cuarto año dedicado a conocer y dominar otras especialidades de la ingeniería como son el concreto, mecánica, electricidad, y demanda bioquímica de oxígeno que permite la estabilización de la materia orgánica presente en los efluentes industriales y domésticos.
  4. Un año de práctica monitoreada de campo en minas grandes, medianas, y sobre todo en minas pequeñas y artesanales.

Aprobar y cumplir con estas actividades bastaría para graduarse. Las tesis desarrolladas en gabinete “googleando” deben dejarse de lado.

Los estudios de posgrado deben realizarse a tiempo completo en dos semestres que comprenda un semestre de cursos de ingeniería, economía y humanidades; y un semestre desarrollando investigación aplicada ya sea en el sector público o privado.

La universidad peruana debe abastecer el mercado global que requiere la vigorosa actividad minera mundial. Para esto, la pulcritud académica que podemos lograr exige dejar de lado los programas acelerados de titulación, y los grados obtenidos en ocasionales encuentros de fin de semana.

Tenemos todo para hacerlo: un territorio con infinito potencial minero metálico, y no metálico, adecuadas aulas y laboratorios, una juventud consciente del gran reto de dominar los Andes, y por si fuera poco, profesionales ávidos de transferir sus experiencias sirviendo de tutores y guías.

En este sueño por preservar la excelencia académica, me viene a la memoria un evento que sucedió precisamente en 1961, cuando salíamos de esta casa a enfrentar la vida: la creación de la Universidad Cayetano Heredia.

Este centro de estudios se formó a raíz de introducirse un cambio estructural en la universidad peruana: el cogobierno estudiantil.

Ahora mas que nunca podemos afirmar que el tercio estudiantil en el gobierno de la Universidad peruana, no ha contribuido a su engrandecimiento. Creemos que es un factor de frenaje que debemos erradicar

Al igual que Federico Nietzsche, en su obra “Mas alla del bien y del mal” en 1886, creemos que en la base de la formación de los profesionales útiles a la sociedad, existe la necesidad de aprender a obedecer, a conocer los rigores de la disciplina, a sujetar las tendencias y los intereses personales y de grupo a objetivos superiores.

Decimos que los problemas del país se reflejan en la Universidad, pero el país esta ávido de orientación, de adecuado planteamiento de los problemas, que por formación matemática los ingenieros sabemos desarrollar. La gobernabilidad es uno de los grandes problemas todavía no resueltos. Nadie da la talla a la hora de marcar el camino o la famosa “hoja de ruta”. Parecería que cada peruano, o por lo menos cada grupo, tienen su propia agenda de trabajo y su propia escala de asuntos prioritarios.

Paralelo al tercio estudiantil se instituyó en esa época, otro desatino que todos aceptamos con demasiada pasividad: la huelga estudiantil.

Parece que en estos 50 años se ha dado mucho énfasis a los derechos humanos,….. en desmedro de los deberes humanos.

Como tantas cosas que con buenas intenciones, se desvirtúan en la vida, la famosa huelga estudiantil no es un derecho, es más bien el incumplimiento de un deber.

No se trata de acallar las voces estudiantiles. Se trata de encauzar adecuadamente su inspiración juvenil, sus opiniones, y sus proyectos para que los profesores sean los que tomen las decisiones. La pugna “profesor-alumno” a la hora de tomar decisiones en la Universidad es un despropósito, que se ha incrustado en la sociedad y es posible que haya contribuido a catalizar las insurrecciones sociales que tanta intranquilidad nos aquejan en la actualidad.

Otro aspecto de cambio estructural importante es considerar que la apertura es sinónimo de progreso. Las sociedades confinadas que no aceptan la participación de extraños mantienen su identidad, pero se niegan asimismas, la posibilidad de comprender otras formas de ver la vida y otras formas de alcanzar el progreso y la excelencia. Esa es la filosofía que sustenta los tratados de libre comercio. Salir y ver otras ofertas y otras demandas ayuda a superarnos. Las normas que solamente permiten el ascenso a los puestos directivos a los llamados “profesores de carrera” no ayudan a oxigenar las aulas con nuevas visiones. Con los reglamentos vigentes, le habríamos negado a Eduardo de Habich la posibilidad de conducir esta casa.

Debemos analizar seriamente la posibilidad de permitir el acceso a la dirección universitaria de profesionales cuajados en otros campos del saber y la idoneidad profesional.

La gobernabilidad del país esta en juego. El Perú se ha dado cuenta que tiene que descentralizarse, pero nadie sabe como hacerlo. Se transfieren competencias y los nuevos competentes no lo son, ni pueden serlo, porque les falta capital social. Unas cuantas golondrinas no hacen el verano. Tienen que ser muchas y abundantes. Y eso no se logra de la noche a la mañana. Se logra con trabajo ajetreado, disciplinado, silencioso y constante.

El Perú no puede darse el lujo de desperdiciar tantos recursos y tanta experiencia—diez siglos—junta. Quedamos todavía 20 voluntades dispuestas a servir. Utilícennos,….. antes que sea demasiado tarde.

He dicho.

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