MINERÍA EN LATINOAMÉRICA - ALGUNOS COMENTARIOS PARA EL AÑO 2015
- Los
minerales se extraen allí donde los puso Dios y la Naturaleza. El hombre
no tiene capacidad para escoger los lugares donde se localizan las minas.
- La
ingeniería de minas es la ciencia de extraer minerales respetando derechos
(naturales o artificiales) adquiridos con anterioridad
- El desarrollo
económico genera riqueza y la riqueza genera bienestar
- El
bienestar contribuye a la felicidad, que es uno de los principales
propósitos de la existencia humana.
- El
desarrollo sustentable es la nueva forma de hacer minería, de tal manera de
convertirla en negocio colectivo para todos los actores, en vez de negocio
individual. Supone integrar los conceptos de inclusión social y de cuidado
ambiental al tradicional concepto de rentabilidad.
- Hace mucho
tiempo que se teorizaba que la minería debía generar polos de desarrollo
allí donde se asentara. Por desviaciones naturales de los modelos económicos
aplicados, esa aspiración no se ha podido concretar, a pesar de los
esfuerzos aislados de unos cuantos visionarios. Con la revisión actual de
sustentabilidad, la minería tiene la oportunidad de expiar su pasado y
convertirse en la amiga preferida de los pueblos discriminados por la
historia.
- Aunque el
cuidado ambiental extremo parece un estado ideal, en realidad no lo es,
porque tiende al estancamiento económico, que genera un ambiente prístino,
sin contaminación alguna, pero también genera pobreza, que es sinónimo de
miseria, enfermedad, dependencia, y desdicha.
- Todo
desarrollo económico produce externalidades que deben mitigarse,
reducirse, eliminarse o
compensarse.
- El rol
proactivo del Estado es vital para lograr que la minería sea sustentable.
Para ello, debe revisar sus normas, para promocionar y permitir minas
tecnológicamente sólidas, y fiscalizando, para moderar las inevitables
imperfecciones del mercado, entre ellas, las externalidades.
- La pequeña
minería no podrá cumplir las exigencias ambientales requeridas por el
desarrollo sustentable, sin la sustantiva ayuda técnica del Estado.
- Los
grandes proyectos mineros pueden contribuir al desarrollo sustentable
regional desplazándose entre el liderazgo social y el resentimiento,
dependiendo del grado de identificación y afinidad que logren desarrollar
con su entorno social.
- Es
fundamental difundir los beneficios del desarrollo sustentable en sus
manifestaciones social, ambiental y económica. Los costos se orientan a
buscar el dialogo y compromiso—mediante serios ejercicios de tolerancia y
autocontrol—entre los voceros de las posiciones extremas. Cada sociedad
deberá enfrentar este dilema, en su oportunidad, para decidir si progresa
embridando las externalidades, o vive en un ambiente prístino con nulo o
escaso desarrollo.
- Se postula,
por otro lado, en el Estado, que
una forma de reducir las inclinaciones venales es adoptar procedimientos no
discrecionales, es decir, medidas previamente instituidas para resolver las
solicitudes ciudadanas, de tal manera que toda decisión administrativa
tenga fundamento legal. Esta ruta es loable, pero propicia el exceso de
normas que agobia a los funcionarios, inhibiendo la aplicación de su buen
juicio—discrecionalidad—en la toma de decisiones. Este es el origen de los
procedimientos burocráticos que atentan contra la eficacia del sector
público. Se impone, por lo tanto, una revisión integral de estos
procedimientos, de tal forma que otros criterios igualmente válidos—como
por ejemplo la ciencia, la equidad, la ética, la economía, el avance de
las fronteras del conocimiento—den origen también a las grandes y pequeñas
decisiones públicas.
- En la base
del capitalismo se encuentra el deseo del ser humano por progresar y buscar ardientemente el bienestar. Se
estima que este sentimiento es la clave de su éxito. Sin embargo, sin normas
ni reglamentos, este anhelo puede desbordar límites racionales y afectar a terceros, incurriéndose en las
llamadas externalidades.
- El Estado
corrige externalidades haciendo campañas de persuasión (Fumar es dañino
para la salud), de prevención (Si bebe, tome un taxi), control directo
(estableciendo límites mínimos permisibles), estableciendo incentivos
(bonos a los que usan tecnologías limpias), o construyendo directamente
herramientas de calidad ambiental (Invirtiendo en tecnologías limpias).
- En minería,
el Estado tiene seis roles claramente definidos: rol normativo, rol
concedente, rol otorgador de permisos, rol fiscalizador, rol investigador
y rol corrector de las deficiencias del mercado—las externalidades entre
las más importantes. El desarrollo concordante de estos seis roles es
requisito fundamental de una gestión pública eficaz.
- Se estima que
la autoridad minera sea ejercida preferentemente por tres organizaciones
distintas, pero debidamente alineadas en su visión y objetivos. La primera
es de planeamiento, estrategia, normatividad y evaluación, a nivel
ministerial. La segunda, es a nivel de estado del conocimiento geológico,
minero y metalúrgico. Y la tercera, a nivel operativo, que otorga
concesiones mineras, da permisos, fiscaliza y corrige externalidades. Todas
estas funciones se basan en un conocimiento intenso del negocio minero,
difícil de encontrarse en otras organizaciones.
- En ciertos
países, la autoridad minera es compartida con la autoridad ambiental,
división que al principio parecía lógica, (No se puede ser juez y parte),
pero en los hechos, este arreglo organizacional no ha contribuido a lograr
las metas macroeconómicas regionales, por lo que se hace necesario un
cambio.
- La
autoridad minera (Jefe del sector productivo) debe tener jurisdicción
total sobre los procesos misionales de la actividad minera, actuando todos
los organismos públicos colaterales (ambiente, infraestructura, cultura,
arqueología, justicia, entre otros) a nivel de asesoría.
- En los
casos en que el rol de otorgar permisos se ha asignado a las autoridades
ambientales, los proyectos productivos se han retardado o suspendido. Esto
era de esperarse, ya que la autoridad ambiental tiene un conflicto de
interés intrínseco, ya que su propósito original es reducir todo riesgo ecológico.
Si al proyecto productivo no se le asigna la debida prioridad al cuidado
ambiental, el riesgo ecológico de cualquier actividad económica será
necesariamente alto. De allí la necesidad de lograr compromisos
empresariales concretos, montando, al mismo tiempo, eficaces
organizaciones fiscalizadoras técnicas. No se trata solamente de cumplir
con reglamentos, sino con estándares generalmente aceptados de ingeniería
química y de ingeniería de minas. Las decisiones que dan origen a los
permisos y fiscalización operativa, son fundamentalmente técnicas, no
legales.
- Algo muy
similar ha sucedido en los programas de formalización minera de los
pequeños mineros, dirigidos por la autoridad ambiental. Los requisitos se
han centrado fundamentalmente en las condiciones ambientales requeridas,
sin tener en cuenta las condiciones técnicas que caracterizan a la pequeña
minería. El resultado es una formalización débil, incompatible con las
expectativas nacionales.
- En el rol investigador
del Estado, responsable de impulsar el conocimiento, se tiene dos grandes
objetivos. El primero es netamente científico para estudiar e investigar,
desplazando las fronteras nacionales de conocimiento; y el segundo, es
hacer accesible dicho conocimiento a las grandes mayorías. Poco favor le
hacen a la sociedad civil los académicos que centralizan el conocimiento. Después
de “Un viaje al centro de la tierra” de Julio Verne, poco se ha hecho para
popularizar el vital conocimiento del suelo y subsuelo territorial. Es
fundamental socializar la geología, el minado seguro y la metalurgia
básica, para que este conocimiento permita el desarrolllo,minero y estimule
el anhelado desarrollo industrial.
- El
movimiento de tierras, base de la actividad minera, se puede realizar
manualmente en pequeña escala, o
con gran despliegue técnico y financiero, a gran escala. Esta marcada
diferencia identifica a la empresa privada. El sector público debe también tener en
cuenta esta diferencia en su futuro desempeño organizacional.
- Realizar
el acompañamiento preciso y oportuno a la exploración, construcción y
producción minera privada exitosa, es, tal vez, el mayor reto público para
contribuir al desarrollo sustentable nacional. Para ello, se debe montar
un sistema de información minero que le permita hacer seguimiento
integral, desde la solicitud de concesión minera hasta el cierre de la
mina, pasando por los rechazos, las transacciones comerciales de los
derechos, y los desempeños productivos y tributarios. Tal como se hace con
la historia clínica de los pacientes en el sector salud. Para ello, el
sector público debe utilizar estrategias gerenciales mixtas complementando
sus equipos propios con terceros independientes debidamente calificados.
- La mejor
forma de conciliar calidad ambiental y desarrollo económico es identificar
el proceso técnico óptimo (de acuerdo al estado del arte y a los recursos
disponibles), identificar—en cantidad y calidad—los residuos, y construir
la planta de tratamiento especial que garantice la buena calidad de los vertimientos
a los cuerpos de agua naturales.
- Existen
dos clases de estudios ambientales. Los orientados al ordenamiento
territorial que son de responsabilidad pública, y los orientados a mitigar
las externalidades generadas por todo proceso productivo, que son—en los
modelos de libre mercado—de responsabilidad privada. Estos constituyen los
Estudios de Impacto Ambiental (EIA), que todo empresario debe elaborar
para demostrar como embridará las externalidades generadas por sus
procesos productivos.
- Los
estudios de Impacto Ambiental, EIA’s, que todo proceso productivo debe
someter a consideración del Estado, debería constar solamente de tres
capítulos. (a) Diagrama de flujo balanceado, (b) cantidad y calidad de productos
y residuos intermedios y finales, y (c) Las plantas de tratamiento de los
productos residuales—industrial y doméstico—requeridos para reducir al
máximo las externalidades del proceso generador de riqueza. Las
autoridades correspondientes deben formatear estos estudios de tal forma
que no excedan de doce hojas. Es ridículo tener EIAs de veinte tomos que
cuestan varios millones de dólares, como ya ha venido ocurriendo en la
práctica minera.
- Por su
influencia en la macroeconomía, todo proyecto de inversión que se
encuentre por encima de los mil millones de dólares americanos debe ser
considerado de interés nacional. Los proyectos de interés nacional deben
tener un acompañamiento público especial que agilice su desarrollo.
- Los EIA’s
de proyectos de interés nacional deben ser elaborados por las empresas
correspondientes y aprobados por la autoridad sectorial correspondiente. La
autoridad ambiental solamente debe actuar a nivel de asesoría para el
sector productivo. Los EIA’s de
proyectos productivos de la Pequeña Empresa deben ser elaborados por
consultores calificados y registrados, y aprobados por la autoridad
sectorial correspondiente.
- El minero
debe entenderse solamente con la autoridad minera, (ventanilla única)
quien pedirá los informes pertinentes a los otros sectores públicos que
tienen legítimo interés en el desarrollo del proyecto. La historia del
minero yendo a realizar trámites a las diferentes dependencias públicas constituye
una vergüenza del aparato estatal inaceptable en el siglo 21.
- La
exploración “no invasiva” debe ser libre en todo el territorio nacional.
El conocimiento de nuestro subsuelo es una obligación cívica—y aún
moral—de primera prioridad
- La
exploración “invasiva” debe requerir solamente acuerdo con el propietario
del terreno superficial.
- El
desarrollo sustentable requiere que la construcción de un proyecto que
involucre un recurso natural tramite
su licencia social, que en buena cuenta es el inicio de la viabilidad
sustentable. Esta debe programarse después de concluida la exploración y el
estudio de factibilidad favorable. No tiene objeto tramitar la licencia
social de un proyecto desechado en su factibilidad privada, y menos en la
etapa de exploración.
- En la
resolución de conflictos sociales es importante establecer con anticipación
los criterios básicos que permitan tomar decisiones. Esto es, los
criterios económicos, éticos, ambientales, de equidad, de avance del
conocimiento. Si los actores tienen diversos criterios para decidir, será
muy difícil que se pongan de acuerdo.
- La
infraestructura tangible del territorio—carreteras, ferrocarriles,
cabotaje, agua y desagüe, energía, comunicaciones, etc.—debe ser objeto de
estudio y diseño, a nivel nacional, regional provincial y distrital, para
lo cual debe contarse con la activa participación del Colegio de
Ingenieros Profesionales.
- La infraestructura
intangible nacional, constituida por el grado de conocimiento del
territorio—cartas nacionales a escala 1:25,000, planos geológicos,
hidrológicos, meteorológicos, batimetría, catastros, sensores remotos
(imágenes satelitales), sistemas de información (Data), etc—deben ser
objeto de especial promoción, unificación y programación pública, ya que
constituye la base para planificar en forma integral y balanceada la
“conquista” del territorio en sus aspectos económicos, culturales y
sociales
- . El agua,
como el aire, es un recurso infinito, porque no se consume, solo se
transforma, por su uso y se recicla en sus tres estados: sólido
(glaciares), líquido (lluvia) y gaseoso (nubes).
- La lluvia
tiene tres destinos. Corre sobre la superficie terrestre (25%), se evapora
para formar nubes (25%), o se infiltra en el subsuelo (50%), formando los
acuíferos subterráneos, que constituyen los grandes reservorios naturales
que deben ser objeto de estudio básico de toda región aspirante a proveer
este recurso a sus pobladores.
- La escasez
de agua que padecen algunas localidades, solo se puede explicar por el
analfabetismo técnico de algunos, ya que la magnitud de agua contenida en
el planeta ha sido la misma desde su creación. Son las obras de ingeniería
las que permiten movilizar—vertical y horizontalmente—los volúmenes de agua requeridos.
Los balances de agua que permitan equiparar la demanda industrial y/o doméstica,
con la oferta superficial o subterránea, constituyen la base de la investigación,
diseño, construcción y producción de los recursos hídricos.
- Con el
objeto de calmar inquietudes laicas, se considera conveniente que todas las
minas ubicadas por encima de los 3 000 msnm, desarrollen un estudio de
gestión del agua (EGA) —superficial y subterránea—en que se detallará las
obras de drenaje controlado que se llevará a cabo durante la etapa de
construcción y operación del proyecto.
En el caso de los grandes proyectos, este estudio deberá ser
aprobado por la autoridad nacional del agua. En el caso de los proyectos menores,
la autoridad competente será la autoridad local del agua.
- Los
procedimientos de formalización minera, que se recomienda tengan una
duración de tres años—en los que se evaluará la continuidad del
programa—se deberían ceñir a las siguientes pautas:
41.1. Todos los
mineros que deseen formalizarse serán debidamente identificados por las
oficinas regionales de su localidad. Este registro será objeto de aprobación—en
gabinete y campo—por la autoridad minera que debe contar con la asesoría del
Colegio de Ingenieros. Es fundamental separar “la paja del trigo” ya que
existen informales de buena fe, pero también hay de los otros. Este período de
registro y aprobación se llevará a cabo durante el 2015.
41.2. Los primeros en
formalizarse serán los que acepten ser localizados en áreas libres favorables,
identificadas por la autoridad minera. Al mismo tiempo, todos los mineros
informales que hubieran invadido derechos mineros cuyos propietarios demuestren
haber realizado intensa actividad de producción o exploración, deberán ser
expulsados por la fuerza pública. En este caos administrativo, ha habido
excesos por ambos lados. Esta etapa se realizará en el 2016.
41.3. Los segundos en
formalizarse, serán aquellos que habiendo invadido derechos mineros legítimos,
tengan la intención de reconocer expresamente el derecho que le asiste a los
legítimos dueños. Los legítimos dueños de las concesiones mineras invadidas
deberán demostrar a la autoridad, su expresa intención empresarial, técnica y
financiera de trabajar el área concedida. La autoridad minera actuará como
amigable componedor para encontrar formulas empresariales consentidas por ambas
partes en conflicto.
41.4. No es coherente
tener buenos sistemas de otorgamiento de concesiones, para luego descuidar la
eficacia de los procedimientos de permisos o de fiscalización, ya que se
propicia el desorden y la especulación. Existen pocos ejemplos de eficacia pública
integral—concesiones, permisos y fiscalización excelentes—para la grande y pequeña
minería, por lo que se impone una constante revisión organizacional publica que
complemente la colosal riqueza natural latinoamerficana. Es totalmente insuficiente hacer una sola
cosa bien. Esta etapa se realizará en el
2017.
41.5. Durante tres
años, desde el 2015 al 2017, la autoridad minera depurará el catastro minero de
tal forma de reducir sustantivamente las concesiones pasivas, mediante una
auditoria exhaustiva de las Declaraciones Anuales. El objetivo es reducir al
máximo las posibilidades de especulación de los derechos mineros. Se dictarán
medidas especiales para acceder a las áreas libres que pudieran generarse por
esta actividad saneadora de derechos. Por razones económico-financieras, de
precios de mercado de metales, o de estrategia empresarial se estima razonable
tener una proporción de 75/25 entre “areas activas a áreas pasivas”. Una
proporción inversa de 25/75 debe ser causa de una inmediata de revisión de
política minera pública.
41.6. El Estado
promocionará y subsidiará la masiva
utilización de los métodos gravimétricos, de flotación y fundición, de tal
manera de erradicar el uso de mercurio y cianuro en los procesos metalúrgicos
auríferos.
41.7. El Estado
establecerá una activa política competitiva—interna y externa—de
comercialización de oro, que permita acopiar el oro resultante del proceso de formalización,
y destinarlo convenientemente al mercado interno o externo.
41.8. Luego de tres
años de actividad formalizadora, se evaluará la continuación del programa,
haciendo las modificaciones necesarias, o cerrando el programa si es que la
evaluación beneficio/costo fuera desfavorable para la nación.
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